Son las 19.30
horas de la tarde y cada vez que me pongo delante de los apuntes me pregunto lo
mismo, ¿cómo voy a estudiar con este calor?
De verdad, esto es misión
imposible. Leer un párrafo es un suplicio, cada vez que cojo el bolígrafo me
pongo enferma, y todo eso sin tener en cuenta las reformas del Código Penal.
¿Por qué nos pasa esto a nosotros? Y me quejo teniendo presente que a mí la
reforma no me afecta tanto porque aún no he terminado la primera vuelta, pero
no puedo evitar pensar en los que llevan opositando años y años, y de repente
se topan con esto. Sé que es un martirio, pero no desistáis, podéis con ello y
no tiréis la toalla. Pensad en lo que viene después de esto, en lo recompensado
que está.
Sé que el día no acompaña, es más yo preferiría que estuviera
tronando y que fuera la típica tarde de palomitas, película y manta… pero,
obviamente, no tengo tanta suerte (me rio por no llorar). Es más voy a
confesar algo… imaginaos como estoy de distraída
que he ido a mirar que daban en la televisión, más que nada para cotillear un
poco, y he visto que estaban emitiendo una película Disney, Cenicienta en
versión moderna, pero no la típica de dibujos, sino con personajes de carne y
hueso. El hecho en sí es irrelevante, lo importante es que me he quedado a
verla… ¡me he quedado a verla! Y cuando ha terminado me he sentido
tremendamente satisfecha con la “versión moderna de Cenicienta”, incluso me he
puesto a estudiar y me sentía más feliz. Estoy fatal, después de esto ha
quedado más que probado. Evidentemente, mi felicidad se ha hecho trizas cuando he vuelto a mirar por la ventana y me han entrado unas ganas locas de salir a la calle, tomarme una cervecita en una terraza y disfrutar del
gran día que hace. ¡Esto no es justo, todo se está confabulando en mi contra! Con
éste tiempo, es inevitable no pensar en las vacaciones de verano… y que ganas
tengo de que lleguen…
Lo sé, esto es deprimente, pero tengo una buena noticia,
en realidad la mejor de las noticias. Atención, porque esta noche es: ¡Sábado
noche! (¡soy taaaaan feliz!) Os mentiría si os negara, que he parado el cronómetro
más de una vez para meditar sobre cuál es la mejor opción de esta noche. Ya sabéis,
un plan de relax (bar, amigos, risas…) o directamente salir de fiesta (¡descontrooool!).
Algo me dice que optaré por la primera, siempre y cuando no me líen… (en
realidad, ojalá me líen hahahaha).
Bueno chicos, si
releo éste post no sé cuál es el motivo ni lo que quiero decir, más allá de que
no sois los únicos que estáis encerrados en casa o en la biblioteca, intentado
memorizar un artículo imposible de penal o releyendo, una y otra vez, un
párrafo insufrible de civil. Os aconsejo que penséis en positivo, y que lo deis
todo para poder salir cuanto antes y empezar a disfrutar de vuestro breve, pero
merecido, fin de semana.
A mí todavía me
quedan unas horitas… ¡deseadme suerte!