lunes, 29 de diciembre de 2014

Opo Navidad

Llegó la Navidad, esa época que para algunos encarna magia, fantasía, dulzura y grandes dosis de calorías metidas casi por embudo. 

Pero este año, para mí, son algo especiales. La magia sigue corriendo, igual que las canciones navideñas, pero son mis primeras "Opo navidades" que difieren en todo y nada de cualquier otras. Todo porque mis prioridades han cambiado, yo he cambiado y nada porque la gente que me rodea, esa fábrica incesante de magia, se mantiene inalterable con el transcurso del tiempo.

Y dentro de ese bucle incesante de comidas, gentes y demás viene la temida pregunta de aquellos familiares que no ves tanto... "¿cómo van las oposiciones?". Sonríes, en tus adentros, una voz que grita "mátame, por favor" y sin muchas más dilaciones contestas: "bien, cada día un poquito mejor."

Y es que, queridos compañeros de viaje, vosotros sabéis que nos hemos buscado un amante caprichoso que centra todas las miradas, hasta en Navidad. Y tú, cansado/a de tus largas horas encerrado/a en tu "opozulo", solo quieres olvidarte durante dos días que eres opositor, pero parece ser el único tema de conversación interesante que puedas ofrecer o, más bien, el único que estás dispuesto/a a profundizar con tal de no entrar en el plano afectivo y tener que justificar por qué sigues soltero/a si ya tienes una edad "considerable" para formalizar pareja (aunque mejor dejemos este tema para otra ocasión, que debe ser objeto de análisis más exhaustivo).

Y cuando crees que está todo perdido y te explican historias para no dormir como que "Fulanito se pasó 120 años opositando y tuvo que dejarlo para dedicarse a talar árboles en medio del desierto" (sí he dicho en medio del desierto y sí, es una exageración pero me encanta exagerar, ¡lo hacemos todos!) de repente, acabas encontrando una sonrisilla entre el "petit comité" que te dice "con lo cabezota que tú eres, seguro que lo lograrás" y de repente, recuerdas que ser opositor no es una decisión unilateral que solo te pertenece a ti, detrás de la oposición hay una cola, más o menos larga de personas, que sea cerca o lejos velan por ti, que esperan con ansias brindar por tus triunfos y te reconfortan cuando crees haber perdido una batalla. No será el mejor "trabajo" del mundo opositar, pero no lo haces solo/a y solo por aquellos que depositan la fe en ti, vale la pena intentarlo porque, al final, te das cuenta que tu sueño acaba siendo compartido con todos aquellos que se conforman con verte en Navidad para desearte lo mejor en tu camino. 

Son navidades extrañas, en la que recuerdas a los que ya no están y te preguntas qué te dirían sobre el camino que elegiste. Les extrañas y esperas que de algún modo también estén en estas fechas a tu lado.

Ser opositor saca lo mejor y lo peor que tenemos pero, en Navidad, apagas el botón de "modo llorón" porque vuelve a ti la magia de estas fechas, empiezas a compartir el tiempo que, seamos sinceros tienes y no quieres reconocer o que no sabes organizar, y recuerdas lo afortunada que eres por ser opositora y tener detrás a la "Armada Invencible" que batalla junto a ti,

Espero que vosotros también hayáis cerrado libros y disfrutéis de la calidez que solo la familia puede dar.
Apreciados compañeros de viaje, Felices Fiestas y Feliz Navidad! coger fuerzas que el 2015 se aproxima con grandes dosis de opozulo y ¡mucha, mucha ilusión!